GENIAL!! esa es la palabra que definiría el arranque de mi reto “No Tengo Manos pero Tengo Pies” el pasado 3 de Diciembre en Valencia. Sí sí, 3 de Diciembre, porque la aventura ya empezó el mismo viernes cuando llegué a la ciudad. 

El Centro Quiropráctico “Quiropráctica Delassus” me esperaba con sus brazos abiertos; Fiorella con su amabilidad y su sonrisa, Franck con su gran profesionalidad y cercanía y sus asistentes, que no pudieron ser más majas, hicieron que mi “aterrizaje” allí fuera más que perfecto. Sergio y Josep, creadores de 91Agency, agencia de publicidad que me está dando soporte, se encargaron de que todo estuviera listo para que en la charla divulgativa sobre Investigación en Quiropráctica no faltara detalle, y lo consiguieron, claro está!! 

Disfruté muchísimo hablando de las evidencias científicas que la investigación nos va proporcionando e intenté hacerlo de la forma más cercana y entendible que puede, creo que es importante “humanizar” a la ciencia y a la investigación y espero que poco a poco, pasito a pasito esto vaya calando en todo aquel que quiera escucharme. 

Después de la charla y de un delicioso picoteo hablando con unos y otros, tocó descansar.  Al día siguiente, disfrutamos de la cuidad de Valencia y de la Feria del Corredor, donde me esperaba mi dorsal. Qué emoción tener ese simple papel entre mis manos !!! No pude contener las lágrimas!! 

El domingo llegó rápido, a las 6:30 de la mañana estaba ya desayunando y a las 8:45, salí desde la Cuidad de las Artes y las Ciencias nuevamente llorando como si no hubiera un mañana!!! Qué felicidad estar allí!!! Qué ilusión tan grande comenzar aquella carrera que llevaba semanas visualizando en mi cabeza…..qué sensación tan maravillosa el sentirme tan viva y tan privilegiada y además, estar haciéndolo por una causa que me llenaba tanto y daba tanto sentido a mi vida….me sentí pletórica!!! 

Esas emociones me acompañaron durante prácticamente toda la carrera.Valencia, sus gentes, la música, el ambiente que se generó…. fue todo tan espectacular que cuando comenzó el temido “muro” a eso del kilómetro 30, lo derribé como su fuera de plastelina!!! Ritmo constante, sonrisa casi permanente y entrada a meta con tanta energía que cuando miré mi reloj y vi que había bajado de las 4 horas, me entraron ganas de seguir corriendo!!!! Indescriptible aquel subidón!! Gracias Valencia, gracias querida Quiropráctica y gracias a esos pocos más de 42 quiroprácticos que aquella mañana propulsaron mis piernas y sobre todo, propulsaron mi corazón.