El año pasado bajo el epígrafe “No tengo manos pero tengo pies” quise dar visibilidad a la Investigación que desde nuestro país se está haciendo en el área de la Quiropráctica,   en un intento de combatir el concepto de pseudociencia o pseudoterapia al que desafortunadamente se asocia a la Profesión. Mientras que impartía charlas en centros quiroprácticos, también corría maratones para recaudar fondos y poder seguir investigando.

Hoy, tras meses de duro trabajo, levantando el sueño de una Fundación en la que poder hacer ciencia e investigación, arranco un nuevo reto para continuar con esa lucha por el reconocimiento de la Quiropráctica como profesión sanitaria en nuestro país.

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