Y ya, la quinta maratón!!! Madre mía !! los meses han volado desde que comencé el reto “No Tengo Manos pero Tengo pies” y aquí seguimos, aún con pies y manos!! 

En esta 5ª etapa, nos quedamos en casa, Madrid. Este maratón es una de mis carreras fetiche!!! Adoro esta carrera por muchos motivos, entre ellos el que fue donde me estrené corriendo maratones y el tener la ciudad de Madrid a mis pies por un ratito es para mí sumamente inspirador. 

Como ya viene siendo una tradición, el reto empezó ya con una charla divulgativa el viernes previo a la carrera. El lugar elegido fue el Centro Movemento en el Escorial, dirigido por una pareja maravillosa, María y Juan. Ellos trabajan el concepto de salud de una manera integrativa y entre los profesionales que puedes encontrar en su centro, Irene, es su quiropráctica referente. 

El centro Movemento es un lugar precioso, lleno de color y mucha luz, bueno, es verdad que el viernes llovía muchísimo cuando llegué, pero sus grandes ventanales fueron capaces de absorber todo rayito de luz y la gente que vino a la charla, puso el resto ¡!! Qué gente agradable y maja!! Salí de allí cargada de la energía que necesitaría para el domingo. 

Y el domingo llegó sin darme cuenta, y lo primero de hice nada más despertar fue mirar por la ventana…..bien!!! sol!!! Menos mal !!! Llevo mal eso de correr lloviendo. A las 8:15 estaba ya cogiendo el metro dirección Gregorio Marañón y cuando estaba saliendo del metro, empecé a escuchar la música que nunca falta en este tipo de eventos deportivos y no puede evitar emocionarme!! Qué genial estar allí!!! Qué suerte la mía, pensaba yo, la de tener salud y un cuerpo que me permita hacer este tipo de cosas!! Soy una privilegiada…..y con ese subidón busqué mi cajón de salida, lista para disfrutar de mi carrera !!  

Qué día bonito hizo, temperatura perfecta para correr, ni mucho frío ni mucho calor y esa sonrisa en la cara que no me abandonó ni en la peor zona para mí, el final de la Casa de Campo, kilómetro 33, cuando el muro se instala por un rato en tu cabeza para que desistas…..nada, de nada!!! Volvía a doblegar a mi mente sin problema, sabiendo que nada ya impediría alcanzar mi objetivo. 

Llegué a meta como siempre llorando y feliz, con otra carrera superada y con ese subidón indescriptible que solo en este tipo de situaciones y retos personales  experimento. Gracias otra vez a mi querida Madrid por abrazarme y hacerme sonreír al corazón y gracias, una vez más, a esos pocos más de 42 quiroprácticos que siguen propulsando con fuerza mis piernas y mi cuerpo para alcanzar la meta de otra maratón más. 

Vamos a por la sexta!!!